La explosión de la información y su gran cantidad de dispositivos móviles conectados, pronostican un futuro digital en dónde, según Gartner, para el 2020 habrá más de 21 mil millones de aparatos inteligentes conectados en el mundo.
La revolución de la movilidad, el Big Data y el sistema cloud debilitan la monotonía de los negocios, los obliga a innovar abriendo posibilidades a nuevos modelos y cambia la manera en que vivimos y trabajamos.
Las finanzas y la banca no se alejan de esta realidad. Esta revolución ha permitido digitalizar y automatizar procesos a un menor costo.
Los beneficios se pueden presentar en formas innovadoras de proveer servicios, incluyendo el uso de dinero electrónico, dando apertura a oportunidades de obtener créditos, seguros, ahorros y educación financiera. Individuos que antes eran excluidos por falta de acceso, ahora podrán gozar de servicios de transferencias de dinero, microcréditos y seguros.
Por otro lado, nuestro público es importante en la vida funcional de un banco o entidad financiera pues son ellos los que alimentan el motor del negocio. Los millennials serán nuestro principal público en menos de cinco años y son ellos quién exigen un servicio al cliente digitalizado, inmediato, en tiempo real y desde cualquier dispositivo.
Esto suma necesidad a una entidad financiera de contar con una plataforma amigable con dispositivos móviles y es aquí en donde la Banca Móvil soluciona no solo un dolor, sino que contribuye de manera integral a que el funcionamiento y los servicios del banco se vuelvan integrales, personalizadas y de calidad.
De esta forma la Banca Móvil se convierte en un complemento indispensable en el cumplimiento de objetivos a través de las expectativas del mercado.
El tiempo es ahora pues la variedad de servicios y la versatilidad de la tecnología cada vez es más grande.