La tecnología alimenta las necesidades del nuevo consumidor. La conectividad y la experiencia basada en la facilidad es la tendencia que mueve a los proveedores a idear nuevas formas de ofrecer servicios y productos.
Los reiteradamente nombrados, millennials, son los responsables de manejar los movimientos del mercado. El apego al Internet transforma la forma en que adquieren servicios y es ahí donde compran.
Cifras del Estudio de Consumo de Medios y Dispositivos 2017, realizado por IAB México y Millward Brown, indica que 63% de los millennials compraron algún producto entre enero y junio de este año navegando en Internet.
Otro dato interesante es que el 31.2%, el año pasado, adquirió productos como ropa, libros y electrónicos. Según expertos el 76% de este grupo, los jóvenes comparan precios en línea para comprar artículos en una tienda en línea y el 61%, acude a tiendas para ver productos y después comprarlos por Internet.
Es aquí, donde se plantea la necesidad de planificar una estrategia de experiencia, basada en modalidades de facilidad de compra entre tiendas físicas y tiendas en línea de la misma marca.
Las redes sociales siguen estando en privilegio, ya que el 33% de los millennials comparten sus experiencias e información de sus compras en Internet, interactuando marcas, empresas y usuarios. Por esta razón una marca debe estar en Twitter o Facebook.
Aquí los pagos electrónicos tienen un papel importante. El año pasado 84% de los millennials usaron PayPal para adquirir productos en internet, 52% usaron tarjetas de débito y 38% tarjetas de crédito.
La oportunidad la tendrán las empresas y marcas que ofrezcan facilidades para manejar el dinero de los jóvenes de manera digital.