México, existe una gran diversidad de Instituciones Financieras Sociales, tales como las Cajas Populares, las Sociedades de Ahorro y Préstamo, las Cooperativas de Ahorro y Crédito, las Cajas Solidarias, las Uniones de Crédito, las Instituciones de Microcrédito, las Instituciones de Asistencia Privada y las Organizaciones no gubernamentales financieras.
Las cajas populares en México, desde los años 40 han significado desarrollo para sus Socios. En junio de 1932 se originó la persona jurídica en la Ley General de Instituciones de Crédito, otorgándoseles el carácter de instituciones auxiliares.
En todos estos años, las cajas populares mexicanas aún sin contar con un marco jurídico, fueron ejemplo internacional de integración y auto control. Al momento de su nacimiento, las cajas populares se promovieron en las parroquias, surgiendo también las primeras organizaciones estatales y enfatizándose en la formación y educación de los Socios.
En la década de los sesenta, nace la Confederación Mexicana de Cajas Populares, caracterizándose por los mecanismos de supervisión y de apoyo a través de las Federaciones, además del trabajo voluntario de sus dirigentes. Diez años más tarde, las Uniones de Crédito contratan a personal empleado para que atienda a los socios, dándose la autorregulación y un crecimiento acelerado de las instituciones.
Para los años ochenta, nacen las asociaciones civiles, se da un crecimiento superior al desarrollo, los servicios complementarios y la incorporación de conceptos financieros. En los años noventa surge la regulación y la supervisión, aparecen las S.A.P. y las C.A.C., se reorganiza y reagrupa el Movimiento de Cajas Populares en México, dándose un crecimiento y la consolidación financiera.
En el año de 1991, tratando de incorporar al sistema financiero a todas las cajas populares, se aprobaron modificaciones a la L.G.O.A. A.C, creándose la figura de Sociedad de Ahorro y Préstamo. Debido a lo complicado y rígido del proceso, la gran mayoría de las cajas populares no fueron autorizadas a operar como S.A.P. De 1992 a 1995, la S.H.C.P. autorizó a 20 instituciones a operar como S.A.P.
Para tratar de operar de acuerdo a la ley, de 1992 a 1994, la C.M.C.P. desarrolló un proceso interno de consulta a los socios de todas las cajas populares, lo mismo que asambleas de cajas, de Federaciones y de la propia Confederación. Se analizaron diferentes opciones, pero debido a los diferentes intereses y visión de futuro, el resultado de todo esto fue que se desintegró el Movimiento de Cajas Populares. En 1994, se modifico la L.S.C. y surgió la figura de Cooperativa de Ahorro y Crédito.
Para febrero de 2001, se constituyó formalmente el Consejo Mexicano del Ahorro y Crédito Popular (COMACREP), aunque sus antecedentes se remontan a 1998, cuando numerosas organizaciones de ahorro y crédito popular realizaron una reunión sobre financiamiento cooperativo y solidario. A partir de dicho encuentro se comenzó a analizar la posibilidad de crear un organismo de representación para todo el sector, idea que tomó cada vez mayor fuerza durante 2000, con motivo de las reuniones de trabajo que se llevaron a cabo para impulsar la nueva legislación, entre funcionarios del gobierno federal y legisladores.