La directiva de servicios de Pago de la Unión Europea, obligará a los bancos con el consentimiento del cliente a compartir datos de cuentas de clientes con otros proveedores.
Esto significa que los competidores más allá de los seis grandes bancos del Reino Unido podrán recibir los datos que necesitan para ofrecer atractivas ofertas de productos personalizados para todo, desde préstamos hasta cuentas corrientes.
La tendencia europea no está muy lejos de ser considerada en instituciones del continente americano. Tal es el caso de la Fábrica de moneda de los Estados Unidos que permite a los consumidores comparar ofertas en tiempo real y cambiar fácilmente. HSBC por su parte también está probando una aplicación similar.
Estas prácticas se llaman “Open Banking” y van más allá conectando a las empresas de terceros con datos del cliente a través de API´s.
Para nadie es un secreto que la industria bancaria viene atravesando un proceso de transformación radical en la que los mayores problemas han sido ofrecer un servicio de calidad y experiencia.
Las fusiones y adquisiciones, los problemas heredados del sistema de TI y la deslocalización de los centros de contacto se citan en las revisiones como principales contribuyentes a las malas experiencias que han tenido los clientes.
Esto ha venido reduciendo pues ahora hay una nueva generación de bancos desafiantes emergentes que no están limitados por sistemas heredados y que están construidos teniendo en mente desde el principio lo digital, lo móvil y el cliente: Starling y Atom son buenos ejemplos. La presión aumenta y el cambio está en el aire.
En la cancha digital con jugadores de conmutación simple, ofertas agiles y personalizadas en el móvil, muchos se preguntan si la banca tradicional podrá competir de manera efectiva. Sysde considera que existe la necesidad de transparencia para fomentar la confianza con los clientes. Los ganadores serán quienes tengan la capacidad de escuchar a sus clientes, recibir los comentarios y actuar con rapidez. Estos principios no cambiaran en un futuro definido por el Open Banking.
El tema clave es si la banca tradicional podrá moverse rápidamente para fomentar el cambio cultural. Resolver de forma estratégica un problema o queja del cliente. ¿Tiene el banco los sistemas para garantizar que se solucione la causa raíz y así evitar que vuelva a suceder? Si los titulares de cada cuenta pueden obtener ese ciclo de retroalimentación y luego demostrarlo de forma transparente, su declive predicho podría evitarse.