Las aplicaciones móviles y el nacimiento de las Fintech están abriendo nuevos mercados bajo sistemas de pago acelerados.
En algunos países latinoamericanos, como Guatemala, México o Bolivia, la desigualdad, los altos costos y las dificultades geográficas en las que se desarrollan los servicios financieros hacen que la bancarización de la población se convierta en un reto para el desarrollo de la economía.
Según datos de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores de México, las sucursales bancarias son utilizadas solamente por el 40% de la población, los cajeros automáticos sólo por el 38%, los corresponsales han aumentado hasta llegar al 30% y la banca en línea sólo se utiliza en un 5%.
Los mismos datos arrojan que el uso que hace la población de los servicios financieros, es básico, entre cuentas de ahorros, seguros de vida y créditos, mientras que la minoría de la población utiliza servicios financieros más complejos y solo algunos de ellos vía acceso digital.
Marco Herrera, Experto en Transformación Digital Bancaria, asegura que los servicios financieros en general son muy bajos y que los canales de comunicación muy básicos. Sin embargo, explica cómo los canales con mayor potencial son los de agentes bancarios y aplicativos móviles, los cuales en el campo laboral se complementan.
Según el último estudio de Tecnocom sobre Tendencias en Medios de Pago, las cajas de tiendas como Oxxo o 7Eleven que funcionan como expendedores de efectivo o puntos de pago, han tenido muy buena aceptación por parte del público.
Esto responde a que existe un incremento en la confianza hacia los agentes e intermediarios bancarios móviles. Los sistemas integrados que permiten a los cajeros realizar transacciones y los aplicativos que facilitan el trabajo de los agentes en lugares de difícil acceso son algunos de los ejemplos de cómo la Banca Móvil es la herramienta perfecta para disminuir la brecha de la bancarización.
Recientemente el Banco de Bogotá anunció un programa de inclusión financiera que contempla un modelo de microfinanzas y el desarrollo de canales electrónicos y digitales de bajo costo.
Su estrategia está basada en fortalecer los recursos tecnológicos y móviles y así ofrecer un mejor servicio de los agentes bancarios quienes ofrecen mayor acceso al ahorro, al microcrédito, educación financiera y amplían la cobertura y presencia en zonas desatendidas por la banca llegando a todos los sectores de la población” explicó Oscar Guzmán, Gerente de inclusión financiera del Banco de Bogotá.
Este tipo de herramientas son fundamentales en la agilidad del negocio pues permite transformar la experiencia y mejorar un mayor alcance.