Quizá el término pueda confundirlo un poco pero así como lo está leyendo, los Chatbots o los chats inteligentes son software de inteligencia artificial capaces de responder mediante plataformas sociales cualquier tipo de consulta que se le realice en el momento.
Imagine a dos amigos conversando sobre salir a comer, luego uno de ellos envía un SMS consultando si tiene lo suficiente en su cuenta bancaria para pagar esa salida. Inmediatamente recibe la respuesta diciendo que si le alcanza pero no puede costearse el refresco.
Este es el futuro al que gran cantidad de bancos y nuevas empresas apuestan a las tecno-finanzas, la imaginación sobrepasa la vanguardia y traen a la realidad iniciativas que ofrecen ir más allá de sus predecesores.
“Los chats inteligentes no son cosa nueva, pero si vienen ganando territorio” afirmó Keith Armstrong, fundador de Abe.ai, un chat inteligente que ayuda a controlar nuestras finanzas de manera personalizada, desde cualquier lugar y a cualquier hora.
Esta y otras compañías están utilizando la inteligencia artificial para que sus clientes puedan preguntar sobre sus cuentas bancarias, movimientos e incluso ahorros a través de chats o robots en cantidad de formatos: SMS, Facebook Messenger, Slack, aplicaciones móviles, entre otros canales de mensajería dirigida a los Millenials, en su mayoría.
Algunos bancos alrededor del mundo ya están incursionando en esta tendencia, tropicalizando su servicios y utilizando un lenguaje coloquial dirigido a diferentes públicos. American Express y Bank of América han anunciado planes donde utilizarán chats en Facebook Messenger por ejemplo.
Esta línea trasciende las tecno-finanzas y la banca. Gartner estimó dos tercios de los consumidores en la industria financiera utilizarán Siri de Apple y Google Now de Google finales de este año. Para el 2019, predice que se utilizarán servicios de soporte a través de mensajería móvil y estos superarán medios de solitud de soporte actual.
Sin embargo, algunos analistas sugieren no invertir o bien, hacerlo pero con precaución. Algunos hablan incluso de evitar la inversión tecnológica, al menos por ahora.
Este argumento se apoya en los fallos que han existido en los sistemas por el uso de herramientas no confiables o débiles sin suficientes métodos de prueba listos para salir al mercado.
La clave está en que una buena conexión con las nuevas generaciones debe basarse en la utilización de los canales correctos, plataformas sociales que ya se encuentran posicionadas y facilitación en el control de sus gastos y la manera en como lo visualizan.