Actualmente, enfrentamos una etapa de transición tecnológica intensa impulsada por las posibilidades que brindan las nuevas tecnologías de la información, de estar conectados a Internet en todo momento y lugar.
De igual modo, hemos presenciado como muchos de los negocios estables y rentables, se han visto perjudicados por nuevos jugadores que han aparecido por flancos que estaban totalmente descubiertos.
Entre los principales ejemplos de dicho avance tecnológico desmesurado, encontramos a Uber, quien está poniendo en aprietos a los proveedores de servicio de transporte tradicional. Airbnb que tiene preocupados a los jugadores de la industria hotelera, y como no mencionar a Amazon, compañía que hace no muchos años vimos nacer, crecer y consolidarse como empresa líder de comercio electrónico, penetrando y alcanzando a diferentes mercados cada año.
Si a esta realidad, le agregamos otras tendencias que están por consolidarse en los próximos años, como por ejemplo el Internet de Todo (IoE por sus siglas en inglés) o también conocido como Internet de las Cosas (IoT), los negocios, experimentarían aún más transformaciones que las conocidas hoy en día.
Por mencionar una cifra, Cisco en un estudio reciente menciona que a nivel global, se espera que el IoT impacte los negocios en aproximadamente 14.4 trillones de dólares, donde “impactar” hace referencia a los nuevos negocios que van a surgir, otros que van a cambiar de manos y otros, que desaparecerán completamente.
El negocio financiero no será la excepción a esta realidad, ya que se ha convertido en uno de los sectores más impactados por esta transición. Oracle en su estudio titulado “La banca está cambiando… con o sin los bancos”, dice que los bancos de consumo tradicionales están “en peligro de quedar extintos”, en manos de otro tipo de competidores digitales, que aunque no son bancos, a través del internet y propuestas modernas, han alcanzado gran parte del lucrativo pastel financiero.
Así como Uber le está robando el negocio a los transportistas, Airbnb a los hoteleros y Amazon a las tiendas departamentales, nuevos participantes del sector financiero, por ejemplo FinTechs, están tomando una fuerza arrolladora capaz de robarle el negocio a los bancos, prescindiendo de sucursales y en su lugar ofreciendo experiencias digitales novedosas e integrales.
Esta transición de mercado tiene como combustible, altamente inflamable, a los Millenials, quienes nacieron en la era de las comunicaciones instantáneas, compras con un click y entrega en 24 horas. Son personas, que según encuestas recientes, estarían dispuestos a quedarse primero sin automóvil, que sin su teléfono inteligente. Gente que, si no recibe un buen servicio, instantáneamente lo publica, e inmediatamente después busca quién sí se lo puede brindar.
Ese es el mercado que está marcando las tendencias, y los bancos ya no tienen más tiempo que perder en preparar su infraestructura tecnológica para moverse a este ritmo vertiginoso de cambio y competencia. Esperar un día más, podría significar convertirse en un fósil más de un museo arqueológico.
Autor: Kristian Sánchez, Sub Gerente General de Sysde Internacional